Los cachorros de talla mediana y grande tienen requerimientos nutricionales diferentes que los de talla pequeña, aunque cualquiera sea la raza, un cachorro tiene necesidades de energía, proteínas, minerales y vitaminas mucho más importantes que un perro adulto. A su vez digiere con mayor dificultad el almidón que un perro adulto. Por lo tanto, un alimento para cachorro deberá tener una densidad energética elevada, una gran concentración de todos los nutrientes esenciales y limitación de la concentración de almidón. En cambio, el tamaño de la raza implica adecuaciones particulares. La variabilidad de su tamaño final al llegar a adulto implica diferentes curvas de crecimiento. La amplitud y la duración del crecimiento son proporcionales al peso final del perro. El cachorro de talla mediana y grande alcanza su peso adulto entre los 12 a 18 meses. La amplitud del crecimiento en un perro de talla mediana es de 40 a 60 (es decir multiplican su peso al nacimiento entre 40 y 60 veces), y en un perro de talla grande entre 60 a 100. Por lo tanto, su demanda nutricional es muy elevada. El tamaño de sus mandíbulas exige que el tamaño de las croquetas esté acorde a ellas para facilitar la masticación y la aceptación. Para asegurar un correcto tránsito intestinal y una flora bacteriana equilibrada es necesario un óptimo aporte proteínas de alta calidad y de fibras alimentarias fermentables y moderadamente fermentables. Esto permite una mejor absorción de los nutrientes para que logren un desarrollo óptimo. Como los perros de razas grandes en crecimiento son propensos a padecer problemas osteoarticulares es fundamental que la densidad energética del alimento para estos cachorros esté controlada para evitar que aumenten de peso demasiado rápido y también es importante el equilibrio mineral (Calcio y fósforo) así como el aporte de protectores articulares.

    Unik Alimento Seco Puppy Medium and Large

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    Los cachorros de talla mediana y grande tienen requerimientos nutricionales diferentes que los de talla pequeña, aunque cualquiera sea la raza, un cachorro tiene necesidades de energía, proteínas, minerales y vitaminas mucho más importantes que un perro adulto. A su vez digiere con mayor dificultad el almidón que un perro adulto. Por lo tanto, un alimento para cachorro deberá tener una densidad energética elevada, una gran concentración de todos los nutrientes esenciales y limitación de la concentración de almidón. En cambio, el tamaño de la raza implica adecuaciones particulares. La variabilidad de su tamaño final al llegar a adulto implica diferentes curvas de crecimiento. La amplitud y la duración del crecimiento son proporcionales al peso final del perro. El cachorro de talla mediana y grande alcanza su peso adulto entre los 12 a 18 meses. La amplitud del crecimiento en un perro de talla mediana es de 40 a 60 (es decir multiplican su peso al nacimiento entre 40 y 60 veces), y en un perro de talla grande entre 60 a 100. Por lo tanto, su demanda nutricional es muy elevada. El tamaño de sus mandíbulas exige que el tamaño de las croquetas esté acorde a ellas para facilitar la masticación y la aceptación. Para asegurar un correcto tránsito intestinal y una flora bacteriana equilibrada es necesario un óptimo aporte proteínas de alta calidad y de fibras alimentarias fermentables y moderadamente fermentables. Esto permite una mejor absorción de los nutrientes para que logren un desarrollo óptimo. Como los perros de razas grandes en crecimiento son propensos a padecer problemas osteoarticulares es fundamental que la densidad energética del alimento para estos cachorros esté controlada para evitar que aumenten de peso demasiado rápido y también es importante el equilibrio mineral (Calcio y fósforo) así como el aporte de protectores articulares.

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